Mi pastor

El Señor es mi pastor:
nada me faltará.
De él obtengo el reposo,
de él obtengo el trabajo,
de él obtengo la alegría.

En el campo del Señor,
los pastos son verdosos,
las aguas sirven del descanso,
que refresca mi alma.

El Señor es el guía,
en el camino de la justicia,
en el amor, en la fe,
en el esfuerzo humano de cada día.

Aunque yo ande
en las sombras del valle de la muerte,
por tu causa, Señor,
no temeré mal alguno.