Juntando Salmos
Protégeme, ¡Oh Dios!,
Hazme, Señor, conocer tus caminos,
alíviame de las tribulaciones del corazón,
muéstrame tus veredas,
no te alejes de mí.
Sé que los justos heredarán la tierra,
porque la boca del justo
profiere sabiduría y tú
lo haces exultar de júbilo,
así como me haces ver
los caminos de la vida.
Muéstrame siempre, Señor,
Muéstrame las maravillas de tu bondad.
Tus palabras son transparentes,
como fortaleza de Fe.
Las luces y los colores
de mi salvación.
En tus manos,
recibiendo mis días,
con la grandeza de tu bondad,
todos los días te bendeciré.
Señor, todo el tiempo,
la bendición estará en mis labios.
Procuraré la paz, he de buscarla,
empeñandome por alcanzarla.
Asegurándome siempre, alegrando al corazón,
exultando de espíritu, mi cuerpo reposará,
entonándote himnos.
Entregaré mi andar
Salmodiando y glorificándote.
Por eso es, que por la mañana,
todas las mañanas, te presento mi oración
y me quedo esperando.